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¿Muy Vieja para Emprender?

  ¿Tienes más de 60 años y desearías convertir tu talento en un negocio rentable, pero tu edad te hace dudar? Además no estás muy convencida de poder generar ingresos haciendo lo que más te gusta: escribir, coser, bordar, pintar… Entonces quédate a leer. “Es cierto que ya no pinto como antes pero sí que intento hacer dibujos. Porque qué voy a hacer si no, ¿morirme? Por las mañanas, después de desayunar, me siento en la mesa  que está junto a la ventana. Trabajo todos los días, para mí es tan natural como respirar, lo llevo haciendo casi un siglo. Además, cuando una hace lo que le gusta no lo considera trabajo .” Esto respondía Carmen Herrera, pintora cubana-americana, a los 105 años de edad, un año antes de morir, en una entrevista en la que le preguntaban que si a su edad seguía trabajando. Ella siempre tuvo un gran talento para la pintura, pero solo después de los 60 años decidió tomarla como un verdadero negocio. Sin embargo el primer cuadro lo vendió hasta que cumplió ...

¡Para Mujeres de 60, 70, 80, 90, 100 y más!

 

¿Por qué debería uno avergonzarse de tener 84 años? ¿Por qué tienes que decir que tienes 52? ¡Ser tan viejo es una bendición!», declaraba Iris Apfel la asombrosa influencer de más de 100 años que murió el pasado 1 de marzo.

Iris Apfel. Tomada de Instagram


¿Quién era Iris Apfel?

Fue una diseñadora de interiores de la alta sociedad neoyorquina,  que impactó al mundo de la moda con un atrevido estilo bohemio en el que alternaba prendas auténticamente vintage con otras de alta costura. Combinaba sus accesorios sin tomar en cuenta las normas sociales del buen vestir, guiada solo por su gusto por el color y por el deseo de divertirse con la moda.

Conservaba en sus armarios ropa de hace 30, 40 o 50 años o la conseguía en los mercados de pulgas y la usaba con prendas de diseñador, así como accesorios que eran verdaderas antigüedades conservados por décadas y que en algunos casos incluso habían pertenecido a su madre.

Usaba collares de grandes pepas puestos uno sobre otro, bufandas peludas enrolladas al cuello y, casi siempre, grandes pulseras y por supuesto, sus icónicas maxigafas de búho. A sus más de 80 años marcó tendencia con su irreverente forma de vestir.

 

Es mejor estar feliz que bien vestida

 La fama no le llegó a través del diseño de interiores al que se dedicó durante años, sino por su estilo de vestir que escapaba de todas las reglas.

Ella misma comentaba que se reía con su marido (quien también murió de 102 años) y que le divertía ver cómo era tan famosa por hacer lo que mismo que había hecho durante toda su vida.

«Vivir y dejar vivir es mi lema. No juzgo a nadie. Siempre siento que es mejor estar feliz que bien vestida” comentaba.

 

¿Cómo se convirtió en un icono?

Se destacaba por su estilo de vestir y por conservar una de las mayores colecciones de accesorios de Estados Unidos. En 2005, cuando en el Metropolitan de Nueva York (MET) alguien canceló una exposición, lo resolvieron pidiéndole a Iris que creara un desfile a partir de sus llamativos accesorios combinados con ropa vintage y de diseñador, tal como acostumbraba a vestirse. Evento llamado “Iris Apfel: rara avis”.

El MET cambiaría su vida para siempre. El evento fue un éxito. Su fama se disparó y la imagen de una mujer de 84 años con su cabello blanco, labios rojos, grandes gafas de pasta y enormes accesorios, dio la vuelta al mundo.

Apfel se convirtió en una celebridad internacional de la moda pop, aparecía en revistas y campañas publicitarias, era mencionada como referencia de estilo en columnas y blogs, la invitaban a dar conferencias y seminarios. La Universidad de Texas la nombró profesora invitada. La exposición del Met viajó a otros museos y ella fue atendida como una estrella del rock, con miles de personas asistiendo a sus presentaciones públicas.

En 2019, al cumplir 97 años, firmó un contrato de modelaje con la agencia mundial IMG.

«Es muy divertido», aseguraba. «¿Quién me iba a decir que a mi edad iba a ser una chica de portada?” y se presentaba a sí misma como una “estrella geriátrica” haciendo gala de su particular sentido del humor no solo en su estilo de vestir sino también en la forma de hablar sin tomarse ella misma demasiado en serio.

 

El Legado de Iris

Iris era una mujer de carácter que no actuaba para agradar a los demás sino para ser coherente con su manera de ver la vida, con total despreocupación por la edad. Estoy convencida que eso influyó para que viviera tantos años, pues no se detenía a pensar: “estoy muy vieja para esto”, simplemente vivía y disfrutaba el presente, y según sus propias palabras al despertarse cada día agradecía a Dios por estar viva.

Esta icónica mujer, conocida por su estilo exuberante y su personalidad vibrante, no solo ha dejado huella en la industria de la moda, sino también en el mundo digital como una influencer destacada con más de tres millones de seguidores en Instagram al día de hoy, cuando aparece ya su última publicación.

Considerando que con frecuencia la juventud es considerada un requisito para obtener éxito en los medios digitales, la historia de Iris Apfel rompe todos los moldes preconcebidos.

Con sus característicos lentes grandes y su colección ecléctica de accesorios, se convirtió en una figura legendaria en la industria de la moda, demostrando que la edad no es un impedimento para el estilo o la creatividad.

En un mundo obsesionado con la juventud y la perfección, desafió las normas al celebrar la individualidad y la autenticidad en todas sus formas y se convirtió en un símbolo para personas de todas las edades, recordándonos que la verdadera belleza radica en la aceptación de uno mismo y que nunca es demasiado tarde para vivir la vida al máximo.

Tampoco se dejaba abrumar por la soledad, que a algunas Mujeres de 60 o más puede atemorizar y/o deprimir. En una oportunidad le preguntaron que si al no tener hijos se sentía sola y respondió: “Hace tiempo que elegí no convertir mis miedos en una obsesión.”

Su actitud sin miedo hacia la vejez y su espíritu indomable son un recordatorio de que la edad es solo un número, y que la verdadera vitalidad proviene de la pasión y la determinación. Hoy que tantas mujeres están obsesionadas con aparentar diez, quince o veinte años menos de su verdadera edad, Iris nos desafía a redefinir nuestras percepciones y a abrazar cada etapa de la vida con gracia y estilo.

 

¡Nadie puede creerlo!

Terminaré diciendo que hace falta sentido del humor para vivir alegre por más de 100 años, y ella lo tenía. En una entrevista hecha por el periodista italiano Filippo Brunamonti cuando Iris tenía 97 años, ella le relata una divertida anécdota:

“Ayer fui al médico y le dije: No puedo creer que tengo casi un siglo. Y él me dice: No eres la única, Iris. ¡Nadie puede creerlo!”

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